Madrid, 4 de marzo de 2020 – Con el programa corto masculino, en el que tomaron parte un total de 34 individuales, arrancó hoy en Tallin (Estonia) el campeonato del mundo júnior de patinaje artístico sobre hielo.
En esta primera modalidad, nuestro país estaba representado por el actual campeón de España júnior, Pablo García (La Nevera) que debutaba en esta gran cita. Su objetivo era, obviamente, pasar a la final que disputan los 24 mejores. Una meta ambiciosa, pues el nivel de la competición júnior ha subido considerablemente en las últimas temporadas.
Consciente de que la clasificación sería realmente ‘cara’ el joven madrileño, que en enero cumplió 17 años, salió arriesgar en su programa corto. Lanzó una complicada combinación de triple lutz + triple toe (normalmente hacía triple toe + triple toe) cuyo valor de base es de 10,10 puntos. Desafortunadamente, tras aterrizar perfectamente el triple lutz, no cogió la altura suficiente para el triple toe y se cayó no completando la rotación (<). Esto supuso que elemento, cuya dificultad se degradó a 9,26 puntos, obtuviera un grado de ejecución unánime de -5 por parte del panel (-2,95) y generara una penalización de 1 punto por caída. Posteriormente, exhibió un impecable triple bucle. Los jueces, algo tacaños, lo valoraron tan sólo como GOE 0. El contratiempo más importante vino en el doble axel. Apresuró el ritmo de entrada y lo dejó en un sencillo. Al ser obligatorio presentar, al menos un salto doble, el elemento fue invalidado. En la pirueta ángel con cambio de pie (nivel 1) tuvo algunas deficiencias técnicas (-0,29), rematando bastante mejor las piruetas combinada (nivel 3 y GOE +0,09) y baja saltada (nivel 3 y GOE +0,04). Por su parte, la secuencia de pasos (GOE 0) se consideró nivel 2.
Obtuvo una puntuación de 43,29. Un registro muy alejado de la calidad real de este patinador que, previamente al mundial júnior, obtuvo 50,98 puntos en el Bavarian Open celebrado en Oberstdorf (Alemania). Como era de esperar, el pase a la final fue muy exigente, tanto como que se obtuvo con 56,37 puntos, una marca realmente alta.
Aunque Pablo García no tuvo la actuación que esperaba y tiene que mejorar en aspectos como la elasticidad (algo importante en las piruetas) o la presentación artística, no cabe duda de que estamos ante un patinador con un tremendo potencial.