Madrid, 18 de mayo de 2013 – Tras tres años compitiendo al más alto nivel, Sara Hurtado y Adriá Díaz se han asentado como una sólida pareja en el concierto mundial. La temporada pasada finalizaron decimoquintos en el europeo y, decimonovenos, en el mundial, a un paso de conseguir el billete directo para Sochi, que buscarán en septiembre en la repesca olímpica. Ahora repasan con Hielo Español lo que ha dado de sí este 2012-2013 y nos cuentan cómo están afrontando la que será la temporada más importante en su carrera deportiva.
P. El año pasado presentasteis los programas en competiciones celebradas en Estados Unidos y Canadá entre los meses de julio y agosto ¿De qué os sirvió esta pre-temporada americana?
R. Estos dos campeonatos de verano fueron una toma de contacto con los programas. Sólo presentamos la danza libre, pues la corta no estaba preparada por completo. La razón por la que decidimos hacerlos fue que, en este tipo de pruebas, cada pareja tiene una breve reunión con un juez que explica lo que está bien y le ha gustado y lo que se debe corregir con vistas al resto de la temporada. Para nosotros, esta información es muy útil pues no da la oportunidad de retocar antes de realizar las competiciones del circuito internacional, que son las verdaderamente importantes.
P. En el arranque de la temporada, el gran objetivo era la mínima mundial de la danza corta y, el primer test fue en septiembre con el Nebelhorn, donde finalizasteis novenos y no conseguisteis dicha marca ¿Qué creéis que os pasó?
R. El Nebelhorn Trophy era de las primeras pruebas y todavía no estaba claro, entre otros aspectos, cómo iban a puntuar los niveles del compulsory. Fuimos con la intención de sacar las mínimas para el mundial pero, al estar al principio de la temporada, no era crucial, pues sabíamos que tendríamos más oportunidades. Principalmente queríamos ver cómo respondía la gente a los programas y saber si íbamos bien encaminados. Tuvimos algunos fallos técnicos y, viendo el nivel de la competencia, éramos conscientes de que todavía quedaba mucho por pulir.
P. Quisisteis volver a intentarlo en la Copa de Niza, pero a la Federación Española le pareció precipitado y no os inscribió. Posteriormente, Sara se lesionó ¿Cómo recordáis estos meses de incertidumbre?
R. Siempre que hay una lesión, no son momentos fáciles. Por su suerte, al final no fue nada grave y, gracias a nuestro preparador físico y a la fisioterapeuta, la recuperación fue rápida y, en pocas semanas, lo teníamos todo planeado de nuevo. Adaptamos el calendario de competiciones pensando en la recuperación para que este hecho no condicionara el resto de la temporada.
P: En diciembre vino el Campeonato de España que, para vosotros, fue un trámite. En esta prueba, se pusieron a la venta calendarios a favor de la Selección Española sénior, proyecto en el que tuvisteis mucho que ver ¿Cómo surgió la idea y cuál ha sido el resultado?
R. La iniciativa surgió una tarde pensando en cómo recaudar fondos para ayudar al equipo. Queríamos algo que fuera entre nosotros y para nosotros. Al estar casi a finales de año, la idea de hacer calendarios parecía la más apropiada. Además permitía poner fotos de todos y las fechas de los campeonatos. Nos pusimos en contacto con el resto del equipo y a todo el mundo le pareció bien. Aunque no hemos logrado recaudar lo que esperábamos, el resultado ha sido positivo. Lo mejor de todo es comprobar que, gracias a este proyecto, mucha gente se ha volcado con nosotros y han colaborado aportando sus ideas. Queremos agradecer a las tiendas Doctor Patin y TotalSkate que nos ayudarán en su comercialización. También a José Antonio Gallego por ofrecerse a ayudarnos el año que viene y por hacernos, junto a Jesús Méndez Batalla, las tarjetas para firmar con nuestras fotos y nombres. A nivel internacional, la gente agradece mucho que, cuando te pide un autógrafo, le des tu foto. El año que viene lo organizaremos mejor y con más tiempo e intentaremos que nadie se quede sin su calendario.
P. Toda la obsesión por la mínima se desvaneció en enero en el Trofeo de Lyon donde fuisteis segundos batiendo, por mucho, vuestras marcas personales y asegurándoos la presencia en el mundial ¿Cómo lograsteis mejorar tanto en tan poco tiempo?
R. Básicamente, en Lyon, todo lo que trabajamos durante la temporada empezó a dar sus frutos. A esas alturas del año, nos centramos fundamentalmente en los niveles del compulsory y en los puntos que sacábamos con nuestros programas. Los elementos empezaron a encajar y, los niveles, a ser más constantes. Estábamos mucho más cómodos con nuestras danzas, a las que empezamos a coger ‘el truco’. Así, hicimos dos buenos programas, en el especial el corto y, finalmente, conseguimos, la mínima.
P. Esta progresión ascendente parece que no continuó en el europeo donde terminasteis decimoquintos, igualando el resultado de Berna 2011 y, mejorando por un puesto, el de Sheffield 2013 con unos programas que quizá no eran lo que esperabais ¿A qué creéis que se pudo deber este estancamiento?
R. El campeonato de Lyon no se puede comparar a un europeo, pues el nivel es completamente diferente. No consideramos que el resultado del europeo fuera un estancamiento, sólo que no fue nuestra mejor competición del año. Cometimos varios fallos técnicos y la nota se vio afectada. Además, empezamos con una caída en la danza corta y, después de eso, es muy difícil remontar plazas, porque es con el programa con el que sitúas en la competición y nos esto nos dejó un poco lejos.
P. En el mundial de London, el reto final era la clasificación directa para los Juegos Olímpicos. Finalizasteis decimonovenos, al igual que en Niza 2012, quedando fuera por un puesto, pero con un rendimiento mucho mejor que en el europeo ¿Cómo valoráis vuestra prestación en el mundial?
R. El mundial fue la culminación de todo el trabajo y la prueba de que el plan elaborado por nuestros entrenadores con respecto a nuestras metas fue el correcto. Por un lado, nos quedamos desilusionados por no clasificar de manera directa para los Juegos pero, por otro, muy orgullosos y contentos por el rendimiento y nuestros programas. Salimos del hielo satisfechos después de cada programa y, como deportistas, eso es lo más importante, sentir que no podíamos haber hecho más.
P. Al no conseguir el billete directo para Sochi, os veis abocados a competir en la repesca olímpica del mes de septiembre en el Nebelhorn, donde, unos once equipos, os mediréis para las cinco plazas restantes ¿Qué opciones creéis que tenéis?
R. Al ser los primeros no clasificados directamente, confiamos bastante en nuestras posibilidades, pero nunca se sabe, hay que ir y hacerlo. Además, todo el mundo va a estar en forma, pues todos quieren una plaza para los Juegos. Quedan sólo cinco plazas y hay muchas parejas que representan a pequeños países, que están en nuestra misma situación y quieren clasificarse. Será una lucha interesante.
P. Danza es, sin duda alguna, la categoría donde la elección musical define más y, en un año olímpico, será un aspecto más clave todavía. Sabemos que os gusta anunciar vosotros mismos los temas escogidos pero ¿En qué tipo de estilos estáis trabajando? Mucha gente os pide una libre con música española ¿Seguiréis por este camino?
R. Siempre se intenta cuadrar el año olímpico con programas que sean especiales y, la música, se vuelve muy importante. De momento, tenemos elegidos los temas generales para los dos programas, pero todavía estamos en proceso creativo y, cada día, cambiamos algo. En cuanto lo tengamos todo montado, anunciaremos las músicas. En cuanto a la danza libre, podemos decir que tendrá esencia española, pero no por el camino del flamenco tradicional, como se hecho muchas veces en el hielo. Pensamos que ir por esa rama sería demasiado exigente para nosotros como patinadores y españoles, en este momento. Queremos que, cuando hagamos un flamenco, sea el mejor que podamos ofrecer y que destaque sobre lo que ya se ha hecho anterioridad. Por eso preferimos reservarlo para más adelante en nuestra carrera. Prometemos un buen espectáculo con la idea que tenemos pensada.
P. ¿Cuáles serán vuestros objetivos para la próxima temporada?
R. Es un poco pronto para responder a esa pregunta. De momento, nuestra temporada llega hasta Obestdorf, y el objetivo principal es la plaza olímpica. Una vez conseguida, planificaremos el resto. Pero básicamente será mejorar los resultados del año pasado.