Madrid, 26 de enero de 2019 – Para enfocar bien esta historia hay que retrotraerse casi un año, concretamente hasta el 20 de febrero de 2018. Javier Fernández está de regreso de PyeongChang después de lograr la medalla de bronce olímpica. Se encuentra de visita en la redacción del diario MARCA donde tenemos la oportunidad de charlar largo y tendido con él. Nos confirma lo que ya sabíamos, que está física y mentalmente exhausto y que, por primera vez en su carrera no tomaría parte en el campeonato del mundo, ni el Grand Prix. “Mi intención era dejarlo después de los juegos, haré alguna competición más la temporada que viene y seguramente me retire en el europeo donde intentaré conseguir otra victoria”, nos decía. Por compromisos adquiridos previamente, era obvio que estaría en el Japan Open, un torneo no oficial y sin trascendencia, pero su intención era volver para ganar su séptimo título continental. Un bonito gesto hacia sus seguidores que tendrían la posibilidad de verle por última vez, pero una maniobra absolutamente arriesgada que podría tener un final inesperado. Y es que, con la preparación y los shows de ‘Revolution on Ice’ tendría apenas un mes para entrenar. “Además quiero presentar un nuevo programa corto”. Todo el planteamiento parecía una absoluta locura.
Fernández, efectivamente, se toma un descanso competitivo y se centra en sus acuerdos con patrocinadores, en los shows internacionales y en el stage que realiza en verano en Granada donde beca a diversos patinadores júnior españoles. Un gesto que le honra.
Una preparación exprés
Tal y como habíamos previsto, el 6 de octubre toma parte en el Japan Open donde el equipo europeo termina segundo por detrás de Japón. En Saitama realiza su programa largo (sólo se compite con esta rutina) que, como se esperaba, era el mismo de la temporada anterior. Estrena la ‘versión reducida’ de su ‘Hombre de La Mancha’ adaptada a las nuevas modificaciones del reglamento. Consciente de que la ocasión no lo merece, arriesga poco. Tiene un rendimiento irregular y obtiene una nota de 157,86 puntos. Toca centrarse en su propia gira: ‘Revolution on Ice’. Un macroproyecto, que le mantendrá ocupado hasta finales de diciembre. Por primera vez su presencia en el campeonato nacional, sujeta a un contrato con la federación española, está en duda. Solicita no competir en Logroño, la FEDH accede y únicamente acude a la gala de exhibición.
Con más de 60.000 espectadores, ‘Revolution on ice’ es un éxito absoluto. Mientras tanto las redes sociales se inundan de mensajes de sus fans que se preguntan si está entrenando o si está preparando el nuevo programa. Se llega a decir que será su coreografía ‘Prometo’ con música de Pablo Alborán. Una idea que se descarta en seguida por ser un ejercicio ideado para shows.
¿Llegará Javi a punto para el europeo? Su hermana Laura nos comentaba por aquel entonces: “Brian (Orser) está tranquilo, lo tienen todo controlado. Después de Navidad se irá a entrenar a Toronto y de ahí a Minsk”. El interesado era el que estaba más sereno de todos: “A lo largo de mi carrera he aprendido que me pongo en forma muy rápido. Estaré listo”. Fernández retorna al Cricket Club y, tras entrenar aproximadamente tres semanas pone rumbo a Bielorrusia. Ni rastro del nuevo corto, que será desechado por falta de tiempo ¿Qué patinará entonces? Faltan unos días para el arranque del europeo y su ficha ISU sigue desactualizada. Los compañeros de prensa nos preguntan y no sabemos la respuesta. El día antes, su representante Jorge Serradilla nos saca de dudas. “Hará La Malagueña”. Comienza el campeonato.
Llega el momento
Después de unos buenos entrenamientos, un error en el triple axel y una inesperada valoración a la baja, le llevan a terminar tercero en el programa corto tras los rusos Alexander Samarin y Mikhail Kolyada. Javi está enfadado con los jueces y tiene el gesto serio. Dos rasgos muy poco habituales en él. Ante centenares de banderas españolas, salta al hielo del Minsk Arena para hacer el programa largo. Samarin ya había patinado y, aunque con ligeros fallos, había completado una actuación muy destacable (y generosamente puntuada) que encarecía el liderato. Para superarle el madrileño necesitaba 178 puntos exactos, una nota nada desdeñable. La premisa de no arriesgar más de lo necesario, le lleva a introducir dos cuádruples en vez de los tres que acostumbraba, pues prácticamente ninguno de sus rivales los intentaría.
En tan sólo unos segundos, Fernández se encarga de disipar cualquier duda sobre su estado de forma. Aterriza una compleja combinación de cuádruple toe triple toe, eso sí algo sobregirada al final (GOE -1,49) y después un extraordinario cuádruple salchow (+3,33). También fueron perfectos los dos triple axel, uno conectado con doble toe desde posición de ‘águila’ (+1,71) y otro solo (+3,09), así como el triple bucle (+1,47) tomado desde unà estética figura de Ina Bauer. El ansia le lleva a malograr la entrada de la secuencia formada por triple flip + euler + triple salchow, dejando el primer salto en un doble corto degradado (-1,17). Remataría con un impecable triple salchow (+0,92). Obtuvo nivel 4 en las piruetas combinada (+1,20) y baja con cambio de pie (+0,90) y, el nivel 3, en la pirueta vertical saltada (+0,65) y en la secuencia de pasos (+1,23). Una prestación más que competitiva y muy meritoria para la poca preparación que llevaba.
Sintiéndose muy cómodo en el hielo, Javi echó el resto e interpretó con el corazón la melodía del musical ‘El Hombre de La Mancha’, una coreografía ideada por David Wilson con la que homenajea a la cultura española. Había dado literalmente todo lo que tenía y ahora estaba en manos de los jueces. Por megafonía se escuchaban las puntuaciones: 85,55 en técnica y 94,20 en componentes: 175,75 (total 271,59). Suficiente para adelantar por poco a Samarin (269,84) y asegurarse, como poco, la medalla de plata. ‘El sueño imposible’ que cantaba la partitura de Mitch Leigh se había convertido en posible.
Sólo restaba un competidor, el brillante pero inconsistente Mikhail Kolyada, que estaba primero tras el corto con una ventaja de 8,65 puntos sobre el español. Desde el principio, las cosas no fueron nada bien para el ruso que se cayó tres veces, incluso haciéndose daño, lo que da una idea del riesgo físico de los elementos del patinaje de élite. Los graves errores se reflejaron en la puntuación (140,38) que le llevó a terminar quinto (240,87)
Un Fernández feliz se sabía ya campeón de Europa coronando un podio en el que le acompañarían Alexander Samarin (plata) y el italiano Matteo Rizzo (247,08) que remontó desde la décima posición del corto hasta la medalla de bronce. ‘Super Javi’ tenía entonces su final soñado. Una despedida a la altura de su trayectoria. Las banderas españolas ondeaban por todo lo alto y las felicitaciones se sucedían desde todas partes, pues el madrileño es uno de los patinadores más queridos, tanto por sus compañeros y rivales, como por la prensa y los fans.
“El programa ha ido muy bien. Estaba muy seguro de mí mismo, convencido de que iba a salir bien y estoy muy contento. No venía al 100% para quedar primero y no he tenido mucho tiempo para prepararme. Estoy muy feliz de que la última competición de mi carrera haya sido buena. He conseguido cosas que jamás pensé. Estoy muy orgulloso de mi buena trayectoria, es una manera de agradecer todo lo que siempre han hecho por mí mis padres y entrenadores. Durante 21 años de 27 que tengo he estado solo centrado en el patinaje, el cambio quizá no será fácil, pero tengo muchas ganas. Seguro que voy a sacar cosas de provecho”, declaraba tras subirse al podio.
Javier Fernández dará el próximo lunes una rueda de prensa en Madrid donde informará sobre su futuro. A buen seguro contará que sus próximos pasos se decantarán hacia los shows profesionales especialmente en Asia, a la ampliación de su gira ‘Revolution on ice’ y a los stages formativos para, a medio plazo, dedicarse a crear nuevos talentos en nuestro país.
FOTO: Javier Fernández durante el último programa largo de su carrera. Foto de Olga Dynina para Hielo Español.