Madrid, 7 de febrero de 2014 – Eran cerca de las seis de esta tarde cuando la delegación española formada por 20 deportistas hacía su aparición en el desfile inaugural de los juegos de Sochi 2014. Comandados por el bicampeón Europa, bronce mundial y máxima esperanza nacional de medalla, Javier Fernández caminaban ataviados con un diseño obra de la firma italo-rusa Bosco Sport, patrocinadora del Comité Olímpico Español, que parecía fusionar la estética de los colegios anglosajones con notas mediterráneas. La pieza más llamativa era una boina estilo francés adornada con las siglas “ESP”. Americanas y corbatas de brocado rojas para los chicos, que eran la mayoría, y americanas amarillas y pañuelo al cuello, para las chicas. En ambos casos, el atuendo se completaba con unos clásicos pantalones y calzado azul marino.
Al margen de Fernández, en la comitiva podíamos ver a más integrantes de la delegación española de patinaje artístico: Javier Raya, Sara Hurtado, Adriá Díaz, Gloria Estefanell, Iván Sáez y Brian Orser, que marchaban felices en el que, seguramente, haya sido uno de los días las bonitos de su vida.
Ahora toca entrenar pues la competición de los nuestros no empieza hasta dentro de unos días: 13 y 14 de febrero (Javier Fernández y Javier Raya) y 16 y 17 de febrero (Sara Hurtado y Adriá Díaz).
El día amanecía con polémica
A primera hora del día el diario “El Mundo” destacaba en la portada de su página web, la más leída en España, un incendiario titular que rezaba lo siguiente: “El abanderado español en Sochi recomienda a los gays que se corten”. En la pieza firmada por el periodista Javier Sánchez, podíamos ver unas declaraciones de Javier Fernández, en las que respondía a todo tipo de cuestiones. En la última se le preguntaba por la ley contra la propaganda homosexual en Rusia a lo que respondía: “Los Juegos son deporte y no política. Yo tengo mi opinión y no me meto en lo que piense cada uno, aunque creo que, quieras o no, hay que respetar las leyes del país que visitas. Tampoco me parece un gran dilema. Mejor que los homosexuales se corten un poco estos días de los Juegos y luego que sigan con su vida”.
Las palabras no fueron las más afortunadas pero fueron hábilmente sacadas de contexto y sobredimensionadas para lograr el objetivo buscado, dar bombo y platillo a una noticia que era, básicamente, humo.
La bola de nieve fue creciendo, primero la Federación de Gays y Lesbianas pedía en un comunicado la destitución de Fernández como abanderado por considerarle homófobo, posteriormente la información se filtró al resto de medios. En unas pocas horas la polémica estaba servida. Un entristecido Javier Fernández tenía que pedir perdón públicamente en twitter por la malinterpretación de sus palabras, incluso se veía obligado a intervenir en alguna televisión. Menudo circo.
A pesar de las disculpas, las redes sociales echaban chispas con todo tipo mensajes negativos que pretendían echar por tierra lo que debía ser un día feliz para este deportista y para el patinaje español.
Como respuesta, en poco tiempo se generó el hastag #Todosconjavi para que, quien quisiera, mostrara su apoyo a Fernández. Se pudieron ver mensajes de multitud de fans, patinadores, periodistas y deportistas de todo tipo.
Buscando donde no hay
Por la naturaleza de nuestro deporte, en el patinaje artístico sobre hielo hay un porcentaje importante de personas homosexuales en todos los ámbitos: patinadores, jueces, entrenadores, periodistas (entre ellos, el que escribe). Unos llevan su orientación de manera privada y, otros de manera, pública.
Los que conocemos a Javier Fernández sabemos que tildarle de “homófobo” es absurdo pues, gran parte de su círculo más cercano, es gay. Sin ir más lejos, su entrenador Brian Orser, que lo hizo público hace muchos años.
Sus palabras quizá no estuvieron bien escogidas, pero el sentido se entendía perfectamente, por motivos de seguridad, es mejor no expresar ciertas actitudes en público. Un consejo que, acertado o no, tiene su lógica y que es lo que, desde las instancias deportivas, se está recomendando. Tampoco hay que perder de vista, que acatar una norma, no significa que ésta sea justa o que se esté de acuerdo con ella.
¿Pudo expresarlo de otra manera? Seguro, pero es un chaval de 22 años, no un orador ¿Sus palabras reflejan homofobia? No, por supuesto que no.
La lucha por los derechos de la comunidad homosexual en Rusia es un tema de la máxima importancia, no en vano, hablamos de derechos humanos pero, en esta guerra, no debemos meter a un chico que ha dado su vida y su dinero (que eso hay que valorarlo también) para intentar lograr una medalla para el patinaje español y que ya ha hecho mucho por nuestro país. No seamos desagradecidos. Esto no es más que una polémica artificial.
Que personajes como Cher o Joachim Gauck hayan decidido boicotear los juegos, estupendo por ellos, pero, que nosotros sepamos, ellos no se juegan nada definitivo en Sochi 2014, Javier Fernández, sí. Dejemos que cada uno haga su trabajo y, el de Javier, es patinar.
FOTO: Delegación olímpica española en Sochi. Imagen cedida por el COE.