Entrevista realizada por Noelia Amorós, periodista
Zaragoza, 31 de agosto de 2020 - Tras tres meses de incertidumbre muchos son los patinadores que ya han vuelto al hielo, como es el caso de Laura Barquero. La pandemia canceló el campeonato del mundo de Montreal y volvió a casa, donde no ha perdido ni un solo minuto.
P. ¿Cómo has vivido el confinamiento? ¿Qué has hecho durante estos meses? Cuéntanos un poco de tu día a día.
R. Lo he llevado bastante bien, mucho mejor de lo que me esperaba. Me he sabido organizar. Sobre todo, he entrenado y estudiado mucho. Me he conectado todos los días con mis entrenadores de IceLab y con los chicos que entrenamos en el club y, la verdad, es que se me ha hecho muchísimo más ameno. No es lo mismo estar entrenando sola con esta terrible situación, que tener gente con la que te apoyas y tus entrenadores. Esto nos ha venido muy bien a todos. Estudio en la Universidad Católica de Murcia y he terminado el primer año del grado en danza. No he tenido tiempo para aburrirme, he estado todo el día ocupada haciendo cosas. Creo que eso es muy importante, mantener la mente ocupada para así no sufrir tanto con esta situación.
P. Durante estos meses hemos visto alguno de tus entrenamientos a través de tus redes sociales. ¿Cómo han sido estos? ¿Cómo has planteado tus entrenamientos?
R. Nos conectábamos todos los días a Zoom con los entrenadores y los chicos del IceLab, hemos podido hacer un montón de clases para mantenernos en forma. He estado entrenando a diario, todo lo que podía, porque era consciente de que llegaría el momento de volver al hielo y teníamos que estar lo mejor preparados posibles. Nos conectábamos a clases de ballet, baile moderno, postura (que son muy importantes), gimnasia y preparación física, rotaciones, etc. Las lecciones de rotaciones y saltos fuera del hielo han sido las más complicadas. Saltar dentro de casa con el poco espacio que tenía me resultaba muy difícil. Me ponía en el salón e intentaba apartar todos los muebles posibles pero aun así, había poco espacio y era complicado no chocarse con algo. Al principio, nos centramos en ejercicio estáticos, luego cuando ya pudimos salir a correr, el trabajo fue más dinámico. Durante estos meses he intentado mantenerme en forma, aunque no de la misma manera que en Bérgamo, porque nos faltaba lo más importante, que es el hielo.
P. ¿Cómo afecta psicológica y físicamente esta situación en un deportista?
R. Afecta mucho. Para nosotros todo empezó cuando nos encontrábamos en Montreal para tomar parte en el mundial. Una semana antes de comenzar la competición nos dieron la noticia de que lo cancelaban. Fue un golpe muy fuerte, supuso un “bajón” importante. Tuvimos que concienciarnos y pensar que, al fin y al cabo, era lo mejor para todos. Estábamos en una situación muy difícil y lo teníamos que aceptar. Regresé a Madrid, a casa, y poco después comenzó la cuarentena. Al principio fue difícil, aunque pensé que me iba a resultar más complicado. La incertidumbre de la situación y el no saber cuándo iba a poder volver a entrenar me preocupaban bastante. A nivel físico, ha sido duro, ya que no nos podíamos mantener en la forma que nos hubiéramos deseado. No es lo mismo estar en temporada con todas las instalaciones necesarias que en un espacio cerrado. Estoy contenta porque, teniendo en cuenta el momento y los medios, me he podido mantener. Obviamente no el grado que me hubiera gustado, pero he hecho todo lo que podido para estar al 100% físicamente.
P. ¿Cómo se mantiene la motivación en estos meses?
R. En mi caso, la verdad es que no he parado. Estaba todo el día ocupada haciendo cosas, y no hacía más porque no había más horas al día. Me he conectado a todas las clases con mis compañeros, con mis entrenadores y, además, he asistido a la formación online que ofrecía la ISU y a sesiones con patinadores de diferentes países. Con el equipo Canadá hicimos ejercicios orientados a la modalidad de parejas. A todo esto, hay que sumar las lecciones de danza a distancia que realizaba con la universidad. Me ha ayudado mucho contar con el apoyo de mis padres, con los que he pasado la cuarentena. Las conexiones con mis compañeros y entrenadores me mantuvieron motivada e hicieron que no perdiera la ilusión. No ha habido un solo día que no haya entrenado. Y aunque ha sido un periodo duro, no he perdido la esperanza.
P. Tras estos tres meses ¿Cómo ha sido la vuelta al hielo? ¿Qué sensaciones has tenido?
R. Me lo imaginaba mucho peor. Después de tres meses sin entrenar en el hielo, estaba preocupada por cómo sería la vuelta. Pero, la verdad, es que ha sido muchísimo mejor de cómo me lo esperaba. Como entrenaba todos los días (hacía rotaciones, saltos, gimnasia, etc.) a la hora de volver al hielo, me ha sido fácil. Y, en una semana, ya estaba haciendo prácticamente todo.
P. Hace unas semanas se hacía oficial a través de diferentes canales la ruptura con Tòn Cónsul, tras un año formando equipo ¿en qué momento decides que debéis tomar caminos diferentes? ¿Qué motivó esta ruptura?
R. Teníamos prioridades diferentes y maneras diferentes de trabajar. Y para poder trabajar en equipo, esto es fundamental.
P. Desde entonces, ¿has probado nuevas parejas? ¿Tienes algún patinador en mente con el que podrían encajar tus objetivos?
R. Por ahora, entreno individualmente. Estoy realizando una prueba con un patinador y está yendo muy bien. Todavía es pronto para saber. En cuanto tomemos una decisión os lo comunicaré.
P. Con la temporada finalizada debido a la pandemia, ¿cuáles son tus metas de cara a la próxima temporada? ¿Algún nuevo proyecto?
R. En la situación actual no podemos trazar objetivos, nos centramos en el día a día. Hay que esperar a ver cómo se desarrollan los acontecimientos.
FOTO: Laura Barquero en el mundial de Saitama 2019. Imagen realizada por Ester Ayerdi para Hielo Español.