Madrid, 10 de diciembre de 2012 – Pocos nacionales han hecho correr tantos ríos de tinta antes de celebrarse, como el que tendrá lugar este próximo fin de semana. La historia de Majadahonda 2012 comenzó con una errata en la fecha de celebración, que se colaba en el cartel, incluso en la comunicación de la Federación Española. Sin haber un rectificado a la prensa, se modificó el cartel que, curiosamente, sigue haciendo alusión a “novice-junior-senior-Ice Dance”. Al margen del incorrecto uso de anglicismos, paradójicamente, no se hace mención alguna a la categoría de parejas, teniendo incluso más representantes que la danza.
Posteriormente, nos enterábamos – vía Facebook del club – que se iba a cobrar entrada por asistir algo que trajo bastantes críticas pero, teniendo en cuenta la situación económica de la FEDH, era más que comprensible. Los precios eran asequibles: cinco euros por jornada y, otros, cinco por la gala. Las protestas venían, fundamentalmente, de familias de patinadores puesto que, de llevar varios miembros como es habitual, suponía un coste añadido, sobre todo si venían de fuera de Madrid.
El club anunciaba – todo siempre vía Facebook - una venta anticipada del 1 al 9 diciembre en la que, los clientes de su Escuela Municipal, podían adquirirlas al precio reducido de tres euros por jornada, manteniendo el de la gala. Se establecía un máximo de cuatro entradas por persona inscrita en la escuela y se indicaba que el aforo total de la instalación era de, tan sólo, 400 personas. A esta venta anticipada había que sumar las entradas asignadas al resto de clubes. Ayer por la tarde, el club comunicaba que ya no quedaban entradas y que los interesados podían llamar “por si quedaba alguna”, es decir, si había alguna cancelación.
Es interesante que, con un aforo tan reducido, se optara por una venta anticipada, creando una completa discriminación entre los asistentes con conexiones en clubes y el puro aficionado (ya no digamos el de fuera de Madrid que ya había organizado el viaje) y, al mismo tiempo, vulnerando la Ley de Espectáculos, que obliga a sacar a la venta el 5% de las entradas en taquilla el día del evento. Con únicamente 400 asientos ¿Se permite sacar hasta cuatro entradas por persona?
A todo esto hay que añadir un importante aspecto, las familias de los patinadores van a ver competir a su progenie, pero ¿Y después? ¿Qué pasa? Pues sitios vacíos, desplazamientos masivos a la cafetería y gente sin poder entrar.
Faltan unos días para el Campeonato, por favor, intentemos que del nacional sólo se hable por el buen nivel de sus patinadores.